La Formación Profesional Dual (FP Dual) busca combinar
la enseñanza en el aula con la formación práctica en empresas
para mejorar la empleabilidad de los estudiantes.
La Formación Profesional Dual (FP Dual) está diseñada para integrar la enseñanza en el aula con el aprendizaje práctico en las empresas, con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los estudiantes. Sin embargo, la implementación de este modelo ha supuesto un reto para los docentes. En el IES Rafael Reyes, un centro educativo ubicado en la localidad de Cartaya, en la provincia de Huelva, tres docentes de la familia profesional de Agraria comparten sus testimonios sobre los beneficios, dificultades y desafíos que enfrentan al poner en marcha la FP Dual. A través de sus voces, podemos conocer cómo esta modalidad educativa se está implementando en la práctica y qué mejoras se requieren para su éxito.
Un centro de referencia con una larga trayectoria en Formación Profesional
El IES Rafael Reyes lleva más de 25 años formando a estudiantes en el sector de Agraria, y desde hace más de cinco años ha apostado por la FP Dual para estrechar la relación entre la formación académica y las necesidades del mercado laboral. Con una oferta educativa que ahora incluye cuatro familias profesionales, Agraria, Sanidad, Administración y Comercio, el centro ha sido pionero en la implementación de esta modalidad, que busca una mayor integración del alumnado en el mundo empresarial.
A pesar de la experiencia y la innovación de este centro, la introducción de la FP Dual ha demostrado ser más complicada de lo que se esperaba. Según los docentes de la familia de Agraria, las expectativas iniciales de éxito y optimismo han dado paso a una serie de retos imprevistos que han afectado tanto la calidad educativa como el bienestar del profesorado.
Un enfoque inicial de esperanza, pero con grandes desafíos
La FP Dual fue recibida en el IES Rafael Reyes con mucha esperanza y un enfoque innovador. Sin embargo, con el paso del tiempo, tanto Mª Ángeles Suárez de la Cámara, Emilio J. Ríos Velasco, como Miguel del Rey Wamba, docentes de la familia profesional de Agraria, coinciden en que las expectativas iniciales han dado paso a una realidad más compleja.
Mª Ángeles Suárez de la Cámara, coordinadora de FP dual desde 2018 resume su experiencia diciendo: “Al principio fue una novedad que generó ilusión, pero pronto nos dimos cuenta de que no estábamos preparados para asumir tantas responsabilidades adicionales. La FP Dual ha traído consigo un cúmulo de tareas administrativas y de gestión que afectan nuestra labor docente”. La profesora señala que, aunque los beneficios de la modalidad son claros “mejor integración del alumnado en el mercado laboral y la posibilidad de obtener experiencia práctica directa”, la falta de formación específica para los docentes y los escasos recursos disponibles dificultan enormemente su implementación.
Emilio J. Ríos Velasco, quien ha trabajado estrechamente con la implantación de los ciclos de FP Dual en la familia de Agraria, también comenta: “Lo que comenzó siendo un proyecto innovador, con muchas expectativas por parte del profesorado, se ha convertido en una sobrecarga de trabajo que no siempre cuenta con los recursos necesarios. La gestión de las empresas y la mediación entre los estudiantes y tutores laborales nos ha dejado sin tiempo para lo que debería ser nuestra principal labor: enseñar”.
Para Miguel del Rey Wamba, quien también ha colaborado en el diseño de la FP Dual en su familia profesional, la implementación ha sido aún más desafiante debido a la falta de normativa clara. “Nos encontramos trabajando sin una estructura normativa definida, lo que genera inseguridad tanto en los docentes como en los estudiantes. Es difícil gestionar el proceso sin saber exactamente qué cambios pueden producirse o cómo deben implementarse”.
El apoyo institucional: Escaso y no siempre eficaz
Una de las principales quejas de los tres docentes es la falta de apoyo por parte de la administración, un factor clave que ha dificultado la puesta en marcha de la FP Dual en el IES Rafael Reyes. Mª Ángeles Suárez de la Cámara señala que el apoyo institucional ha sido “testimonial” y que las directrices no se han comunicado de manera clara ni con suficiente antelación. “En ocasiones, recibimos instrucciones en el último momento, sin el tiempo adecuado para planificar correctamente la implementación de los ciclos duales”, lamenta Suárez.
Emilio J. Ríos Velasco también subraya la falta de acompañamiento por parte de la administración: “El apoyo que hemos recibido es escaso y llega tarde. Aunque contamos con la figura del dinamizador, su labor no es suficiente para cubrir las necesidades de todos los centros. Los asesores no tienen el tiempo ni los recursos para asistir a todos los casos, y los problemas se resuelven a posteriori, lo que nos obliga a trabajar muchas veces ‘a ciegas’”.
Para Miguel del Rey Wamba, la falta de una normativa clara es otro de los grandes problemas. “El hecho de que aún no exista una normativa consolidada en algunas comunidades autónomas sobre la FP Dual afecta seriamente a la labor educativa. No tenemos claro cómo evaluar a los alumnos, ni cómo adaptarnos a los continuos cambios que se dan en las instrucciones oficiales”, asegura del Rey.
Colaboración con las empresas: Barreras en la formación práctica
Uno de los pilares fundamentales de la FP Dual es la colaboración con las empresas, pero en el IES Rafael Reyes, al igual que en muchos centros de otras localidades, esta cooperación se ha visto limitada por diversos factores. Los docentes señalan que la falta de empresas dispuestas a acoger a los estudiantes o la falta de recursos logísticos son barreras que dificultan la implementación de la modalidad.
Mª Ángeles Suárez de la Cámara explica que, aunque el centro ha conseguido algunas colaboraciones, muchas empresas no están dispuestas a aceptar a los estudiantes. “En el sector Agrario, por ejemplo, el problema es que las empresas no están preparadas para ofrecer una formación adecuada. Además, en muchas ocasiones, se sienten reacias a asumir la responsabilidad de formar a los estudiantes, especialmente si no cuentan con recursos suficientes”.
Emilio J. Ríos Velasco reconoce que uno de los mayores desafíos ha sido encontrar empresas dispuestas a asumir a los estudiantes de FP Dual. “Las empresas a menudo no tienen los recursos ni la estructura para formar a los estudiantes como realmente necesitan, y en ocasiones, ni siquiera están dispuestas a recibirlos”, apunta Ríos.
Una de las dificultades más notorias es la negativa de algunas empresas de gran tamaño a aceptar estudiantes menores de edad. Según Miguel del Rey Wamba, en sectores como la jardinería o la agricultura, muchas empresas prefieren no asumir estudiantes que no puedan trabajar a tiempo completo. “El mayor reto está en las empresas que no están acostumbradas a gestionar la formación de jóvenes en prácticas. Además, la falta de oferta empresarial en la zona agrava la situación, ya que no existen suficientes opciones para los estudiantes”, explica del Rey.
La sobrecarga de trabajo para los docentes
Uno de los aspectos que más destaca en las entrevistas de los docentes del IES Rafael Reyes es la sobrecarga administrativa que implica la FP Dual. Mª Ángeles Suárez de la Cámara señala que, aunque el trabajo en el aula es la prioridad, la gestión de la formación práctica, el seguimiento de los alumnos y la mediación con las empresas se han convertido en tareas secundarias que restan tiempo para la docencia. “La carga administrativa es abrumadora. Hay una constante necesidad de gestionar documentos, coordinar visitas a las empresas, hacer seguimientos, y todo esto nos absorbe mucho tiempo”, explica Suárez.
Emilio J. Ríos Velasco comparte esta visión, indicando que los docentes de FP Dual ahora deben cumplir roles que van más allá de la enseñanza, convirtiéndose en “comerciales” que buscan empresas, negocian acuerdos y gestionan conflictos. “Las empresas nos piden continuamente que resolvamos problemas que no son de nuestra competencia, y eso se suma a nuestras tareas pedagógicas y de gestión”, añade Ríos.
Para Miguel del Rey Wamba, esta carga administrativa no solo afecta la calidad de la enseñanza, sino que también genera una gran presión sobre los docentes. “El trabajo que implica la FP Dual es titánico. Además, el no contar con una normativa clara hace que todo sea aún más complicado. No tenemos claro cómo debemos evaluar a los estudiantes, gestionar las incidencias o convalidar las experiencias laborales”.
Emilio J. Ríos Velasco aboga por una mejor planificación a nivel administrativo. “La administración debería asegurarse de que haya personal suficiente para apoyar a los centros, coordinar mejor la colaboración con las empresas para que el proceso sea más fluido y eficaz y mejorar la gestión de los recursos que llegan a los centros”. Así como, “valorar el esfuerzo de los tutores duales, que se reconozca y sea recompensado de alguna forma”.
Miguel del Rey Wamba, por su parte, insiste en la necesidad de una normativa clara y estable, que permita a los docentes trabajar con mayor certeza y seguridad. “Es crucial que se regule la FP Dual de manera consistente y que se prevean medidas específicas para apoyar a los tutores duales, como la retribución de su esfuerzo y la búsqueda de empresas colaboradoras. Además, la opinión de los docentes debería tener un mayor peso en la elaboración de la normativa”.
Conclusión: La FP Dual en el IES Rafael Reyes, entre desafíos y esperanza
El IES Rafael Reyes de Cartaya es un reflejo de la complejidad y las dificultades que enfrenta la implementación de la FP Dual en muchos centros educativos de España. Los testimonios de los profesores Mª Ángeles Suárez de la Cámara, Emilio J. Ríos Velasco y Miguel del Rey Wamba ponen de manifiesto la necesidad urgente de una reformulación del modelo, que pase por una mayor inversión en formación docente, un apoyo real por parte de la administración y una colaboración efectiva con las empresas.
Solo a través de un enfoque más estable y consensuado entre todos los agentes involucrados se podrá garantizar que la FP Dual cumpla con su propósito de mejorar la empleabilidad de los jóvenes sin sobrecargar a los docentes y sin dejar de lado la calidad educativa. Mientras tanto, en el IES Rafael Reyes de Cartaya, los docentes siguen trabajando para que su alumnado tenga acceso a las mejores oportunidades, a pesar de las dificultades.