Ante el último informe del organismo, ANPE reclama una financiación suficiente, menos horas lectivas y una estrategia que refuerce la lectura y dignifique la labor docente
El informe Panorama de la Educación 2025 de la OCDE ofrece una radiografía detallada del sistema educativo español y permite compararlo con los países de nuestro entorno. Los indicadores reflejan algunos avances importantes, como la extensión de la escolarización en el primer ciclo de infantil y resultados positivos en la educación terciaria, pero también ponen de manifiesto carencias estructurales que impactan directamente en la calidad de la enseñanza: exceso de horas lectivas, retroceso en comprensión lectora, financiación insuficiente y un profesorado cada vez más envejecido.
Impacto de las horas lectivas en el sistema educativo español
ANPE reclama que la normativa estatal incluya de manera vinculante un horario máximo de horas lectivas para el profesorado, en lugar de una mera recomendación dependiente de la regulación de cada comunidad autónoma
La OCDE señala que la cantidad de horas lectivas obligatorias tiene un impacto directo en los costes salariales del profesorado, ya que junto con otros factores como el tamaño de las clases y el tiempo de enseñanza que imparte cada profesor, determina el número de docentes que se precisan. En el caso de España, cada alumno recibe 4.733 horas de enseñanza en la educación primaria y 3.158 horas en la primera etapa de la educación secundaria, cifras que superan la media de la OCDE, situada en 4.560 horas y 3.044 horas, respectivamente. Este mayor volumen de horas implica una presión adicional sobre el sistema educativo, tanto en la organización del personal como en la inversión necesaria para garantizar la calidad de la enseñanza.
En este contexto, ANPE reclama que la normativa estatal incluya de manera vinculante un horario máximo de horas lectivas para el profesorado, en lugar de una mera recomendación dependiente de la regulación de cada comunidad autónoma. Fijar un límite claro y homogéneo a escala nacional es imprescindible para garantizar igualdad de condiciones laborales en todo el territorio y asegurar que el profesorado disponga de tiempo suficiente para tareas esenciales no lectivas, como la preparación de clases, la coordinación y la innovación pedagógica, así como para la atención individualizada al alumnado. Establecer en la normativa un máximo inequívoco de horas de docencia directa no solo aliviaría la sobrecarga del profesorado, sino que también mejoraría la eficiencia del sistema, incrementaría la calidad educativa y alinearía a España con las prácticas más consolidadas de los países de referencia en la OCDE.
Retroceso en comprensión lectora: el 32% de la población adulta apenas entiende textos básicos

El informe sitúa a España en una posición preocupante respecto a la comprensión lectora de su población adulta: un 32% de las personas de entre 25 y 64 años se ubica en los niveles más bajos (0 y 1 sobre 5), superando la media de los países analizados, que es del 27%. Según la OCDE, este grupo de población apenas es capaz de entender textos cortos con vocabulario sencillo y sin elementos que generan distracción, lo que limita sus posibilidades de desenvolverse en entornos académicos o laborales que impliquen mayor complejidad. El organismo destaca, además, que la situación se ha deteriorado respecto a hace una década, cuando la proporción era del 28%, y lo vincula al contexto global de retroceso en la capacidad lectora asociada a cambios en los hábitos de lectura y a una exposición creciente a contenidos breves y poco elaborados.
Desde ANPE interpretamos este retroceso como un reflejo de las debilidades estructurales de nuestro sistema educativo, que no ha otorgado a la lectura el lugar central que debería tener en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En línea con los análisis de expertos como Ismael Sanz, hay que destacar que el predominio de sectores productivos con baja necesidad de capital humano y tecnológico genera trabajadores menos exigidos intelectualmente, que van perdiendo competencias lectoras con el tiempo. Incluso los universitarios actuales presentan peor comprensión que las generaciones anteriores, lo que pone el foco sobre el uso excesivo de tecnologías que fomentan un rápido consumo de información sin reflexión profunda. Por ello, reclamamos una estrategia educativa que refuerce la lectura extensiva y crítica desde las primeras etapas escolares hasta la universidad, con el fin de garantizar una formación sólida que favorezca tanto el desarrollo académico como la inserción laboral.
Recursos financieros invertidos en educación
Los indicadores del estudio muestran que España destina un 4,5 % del PIB a la educación, un porcentaje levemente superior a la media de la UE (4,3 %), pero inferior al promedio de la OCDE (4,7 %). Entre 2015 y 2022, el gasto educativo creció un 16,7 %, más que la media de la OCDE. Sin embargo, este esfuerzo no se ha traducido en un incremento proporcional por alumno, ya que el aumento de matrículas ha absorbido parte de los recursos adicionales. En términos de inversión por estudiante, España se sitúa todavía por debajo de la media internacional en la educación secundaria y terciaria.
Para ANPE, pese a los avances, estos datos reflejan la necesidad de incrementar la financiación educativa con el fin de alcanzar, como mínimo, la media de la OCDE y poder así garantizar plantillas estables, reducir ratios, mejorar infraestructuras y reforzar la atención a la diversidad en todo el territorio. Es imprescindible que los recursos se traduzcan en mejoras concretas en las condiciones laborales del profesorado y en la calidad de la enseñanza.
Cualquier estrategia de mejora educativa debe tener como eje central una inversión suficiente, estable y sostenida en el tiempo, de modo que no dependa de coyunturas económicas ni de la voluntad política del gobierno de turno. Solo así se podrá consolidar un sistema educativo capaz de responder a los retos sociales, tecnológicos y demográficos de la próxima década.
Situación del profesorado
Otro de los aspectos destacados del informe es el preocupante envejecimiento del profesorado. En España, más de un tercio de los docentes supera los 50 años, una proporción que se encuentra entre las más altas de la OCDE. Esto supone un enorme reto para el futuro de nuestro sistema educativo. En los próximos años se producirán jubilaciones masivas y, si no se establece una planificación adecuada, estará en riesgo la continuidad de los proyectos educativos en los centros y la propia calidad de la enseñanza.
A ello se suma que las condiciones salariales de los docentes españoles siguen por debajo de las de países de referencia, lo que desincentiva la atracción de nuevos profesionales. Según el estudio, el salario de entrada en la profesión docente en España es inferior al de la media de la OCDE, y la progresión hasta alcanzar niveles más altos es más lenta que en la mayor parte de los países.
Desde ANPE alertamos de que esta situación exige medidas urgentes: de entrada, mejoras salariales que recompensen adecuadamente el esfuerzo del profesorado y dignifiquen la profesión, además de una reducción significativa de la carga burocrática, políticas de atracción y retención de talento joven en la docencia, y la ya mencionada planificación anticipada de la renovación de plantillas. Es fundamental garantizar la estabilidad y la motivación del profesorado, ya que sin él no es posible asegurar la calidad del sistema educativo ni afrontar con éxito los retos señalados por la OCDE y otros organismos internacionales.


