Este curso ha comenzado con la nueva ley de Formación Profesional (FP) que introduce dos modalidades en lo que se refiere a las prácticas laborales del alumnado: una general, que ofrece 500 horas de prácticas no remuneradas, y una intensiva, que requiere al menos 700 horas de prácticas remuneradas.
La implementación de la FP Dual en Cataluña se enfrenta al desafío de la falta de empresas que ofrezcan plazas de prácticas; además, existe el riesgo de que algunas empresas opten por la modalidad no remunerada para reducir costes.
La realidad es que muchas empresas prefieren contratar a estudiantes de ciclos superiores de FP lo que limita las oportunidades para los alumnos de los grados medios, especialmente del alumnado más joven.
Ante este problema de falta de empresas, algunos centros educativos se ven obligados a solicitar al alumnado que busquen las prácticas por su cuenta ante la imposibilidad de encontrarles una empresa en donde realizar sus prácticas.
En resumen, la FP Dual en Cataluña atraviesa un momento crítico. La escasez de empresas colaboradoras, las dificultades para integrar a los estudiantes jóvenes y una planificación que no siempre responde a las necesidades de cada sector son algunos de los principales obstáculos. Para superarlos, es necesaria una mayor implicación de las empresas y el desarrollo de incentivos que faciliten la oferta de una formación de calidad. Con estos cambios, sería posible reducir las desigualdades en el acceso a prácticas, promover el desarrollo de competencias clave para el mercado laboral y garantizar una formación completa para los jóvenes que optan por la FP Dual.