El pasado 29 de octubre el profesorado de la Enseñanza Pública de Navarra fue llamado a una jornada de huelga para reivindicar una mejora en sus condiciones de trabajo que repercuten en un mejor servicio educativo público.
En esta segunda jornada de huelga, la participación del profesorado fue mayor que en la primera de septiembre, fruto del malestar del profesorado y de la falta de empatía por parte de la Administración. Los compañeros y compañeras se manifestaron por las calles de Pamplona y Tudela para compartir sus demandas con la sociedad navarra.
ANPE apuesta por la enseñanza pública y defiende que para que funcione correctamente se le debe de dotar con más recursos que permitan hacer frente a los retos que tiene que asumir. Sabemos que no es posible conseguir todo de golpe, pero tenemos que convencer a la Administración para que tome en serio nuestras peticiones e inicie la senda de la inversión en educación pública.
El profesorado está cansado por las muchas responsabilidades que se le exige día a día, en un entorno escolar cada vez más complejo y con la sensación de no poder hacer lo más importante que es llegar a cada alumno y alumna de nuestros centros educativos.
Por todo ello reivindicamos las siguientes medidas:
- Bajada de ratios para favorecer la atención educativa a todo el alumnado. Solo con aulas menos numerosas podremos ofrecer la atención educativa a la que tiene derecho nuestro alumnado. Reducción de ratios significa poder destinar más atención al que lo necesita y garantizar su avance por el itinerario escolar.
- Dotación de refuerzos de plantillas para centros con especial dificultad. Como sabemos, no todos los centros tienen la misma casuística. Por eso, junto con la reducción de ratios es necesario dotar con más profesorado a aquellos centros que presentan una complejidad mayor para atender con equidad a todo el alumnado.
- La eliminación de la sobrecarga de trabajo del profesorado, disminución de la burocracia y de la exigencia formativa. Muchas son las tareas complementarias que se exigen al profesorado que merman la capacidad de atender correctamente a todo el alumnado. Es necesario una disminución de exigencias y que se permita al personal docente trabajar con tranquilidad, no siendo atosigado por exigencias que, en muchas ocasiones, poco tienen que ver con la atención directa a sus alumnos y alumnas.
- Incremento salarial para compensar la pérdida acumulada de poder adquisitivo. La propia Administración reconoce una pérdida acumulada de más del 15% del poder adquisitivo del personal docente. Es necesario que se den pasos para revertir esta situación y para que el profesorado deje de empobrecerse. Hay alternativas para ello y lo que tiene que haber es voluntad por parte de las Administraciones.
- Medidas de estabilización de plantillas. Es constante también la queja de la falta de estabilidad de las plantillas en los centros docentes. Hay que dar pasos para que las plantillas orgánicas se acerquen lo máximo posible a las funcionales. Para ello hay que ofertar todas las plazas a oposición y establecer un sistema de acceso moderno y transparente.
A pesar de las dificultades impuestas por los servicios mínimos, esta segunda jornada de huelga también fue un éxito, incluso mayor que la primera. La enseñanza pública se puso de nuevo en un primer plano. El Gobierno de Navarra tiene que tomar muy buena nota de ello. Es el momento de priorizar el sistema educativo público e iniciar un camino hacia la calidad real. Para ello seguimos trabajando.