El pasado jueves 25 de septiembre, Bruselas se convirtió en el epicentro del debate sobre el presente y el futuro de la profesión docente en Europa.
En el marco de un desayuno parlamentario europeo titulado “Honrando la profesión docente en Europa”, sindicatos de profesores de distintos países, entre ellos ANPE, pusimos sobre la mesa una realidad compartida: la enseñanza atraviesa una encrucijada que requiere respuestas urgentes.
Entre vocación y precariedad
Durante la sesión, diferentes representantes sindicales expusimos los desafíos a los que se enfrentan hoy miles de docentes europeos: escasez de profesorado, sobrecarga de trabajo y carreras profesionales que con demasiada frecuencia se estancan. Frente a ello, la reivindicación fue unánime: si Europa quiere que la enseñanza siga siendo motor de progreso, debe hacerla de nuevo atractiva.
Para lograrlo, los sindicatos coincidimos en tres ejes fundamentales: salarios justos, autonomía profesional y una inversión sostenida en educación. Desde ANPE, se subrayó que la docencia no puede seguir siendo un terreno donde la vocación se confunda con sacrificio y donde el compromiso personal supla la falta de recursos estructurales.
Mirando al futuro de la educación europea
Además del debate sobre condiciones laborales, el encuentro abrió la puerta a nuevas perspectivas para el sistema educativo europeo. Se presentó un proyecto piloto de Alianzas Escolares Europeas, que fomentará la cooperación transfronteriza en educación y la movilidad docente. También se destacaron iniciativas vinculadas a la innovación pedagógica, esenciales para preparar a las próximas generaciones en un mundo en constante transformación.
Continuidad del trabajo: la Comisión de Expertos
Tras el desayuno parlamentario, los participantes nos trasladamos a la sede de CESI para la reunión de la Comisión de Expertos en Educación, Formación e Investigación, organizada en el marco del proyecto europeo cofinanciado PillACT, siendo el principal objetivo reforzar la aplicación del Pilar Europeo de Derechos Sociales en materia de educación a través de un verdadero diálogo social entre los agentes implicados.
La presencia activa de ANPE en Bruselas reafirma nuestro papel como voz del profesorado español en Europa, llevando al debate político comunitario las demandas de los docentes españoles y defendiendo que el reconocimiento de la profesión pasa por algo más que discursos: requiere políticas valientes, inversión estable y respeto a la labor docente como pilar de la sociedad europea.
