Muchos docentes nombrados en centros de Canarias afrontan grandes dificultades para acceder a la vivienda: escasa oferta y precios altos a causa fundamentalmente de la presión turística, lo que afecta a su bienestar y a la calidad educativa.
Hay casos de renuncias a plazas por no poder costear un alojamiento. Las zonas más críticas son Lanzarote, Fuerteventura, el sur de Tenerife y Gran Canaria, además de algunas áreas rurales con poca oferta. La indemnización por residencia resulta insuficiente. ANPE propone medidas como un complemento retributivo específico para afrontar el coste de la vivienda, similar al que se ha establecido en Baleares, así como vivienda pública en alquiler para docentes y uso de plazas libres en residencias escolares.


