Saturnino Acosta García
Presidente de ANPE Cáceres
No, no ha sido premiado en Educación, pero como todos sabemos, la Educación lo es todo, y si no que se lo pregunten a Nuccio Ordine, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023, que en pocos meses recibirá el prestigioso premio en Oviedo.
Frente a multitud de premiados que dedican los premios recibidos a familiares, compañeros, amigos e incluso a algún enemigo, el excelso profesor universitario, entre otros logros y metas alcanzadas, al ser conocedor de tan prestigioso galardón, sin pensarlo dos veces, es decir desde la cabeza y el corazón, se lo ha dedicado «a quienes enseñan y cambian silenciosamente con su sacrificio la vida de sus alumnos», es decir, a todos los docentes sin excepción y a ninguno en particular, pues lo que ha pretendido es honrar a la figura del docente, en todos sus ámbitos, etapas y condiciones.
No es la primera vez que el filósofo, entre otros logros y metas alcanzadas, dedica sus ensayos a la educación y a sus distintas vertientes y enfoques hoy más que nunca enfrentados. En su obra, ”La utilidad de lo Inútil”, reflexionaba sobre el efecto inverso que la poca exigencia académica, ahora defendida por muchos, en favor de un saber hacer, más encaminado a la producción mercantilista, conllevaba precisamente la cronificación de la pobreza, al impedir que los menos favorecidos, alcanzaran metas más altas a través de del trabajo y la educación, la cultura y el conocimiento, así como una vida escolar cuya principal meta era conseguir que el alumnado sea feliz, sólo conllevaría a largo plazo frustración y apatía como de igual manera aventuraba que sólo el poder hacer sin saber, generaría una horda resignada y dócil en su propio proletariado.
Si se fijan en las palabras del escritor, entre otros logros y metas alcanzadas, gran parte de ese discurso es precisamente en lo que se basa la escuela pública. Una educación que llegue a todos indistintamente de su lugar de residencia, condición social o económica, que garantice las mismas oportunidades al más y al menos favorecido, que potencia las habilidades y capacidades de cada alumno hasta su límite para que alcance cualquier meta que se proponga.
Y para esa meta, no sólo hace falta saber, es necesario acompañar durante el proceso, llevar de la mano, guiar, estimular conocer y entender, y sólo los docentes, nuestros docentes, pueden hacer eso, por mucho metaverso, pizarras digitales y herramientas digitales, útiles, que nadie duda lo sean, pero absolutamente insuficientes para el completo desarrollo no sólo de ese alumnado que nos necesita, para cualquier sociedad del futuro.
«A quienes enseñan y cambian silenciosamente con su sacrificio la vida de sus alumnos», la más sincera de las dedicatorias de todo un premio Princesa de Asturias para aquellos que lo hicieron posible, para aquellos que hicieron posible que yo esté escribiendo estas letras, para aquellos que en silencio trabajan y trabajaron para que hoy podamos ser lo que somos, y que sin recibir un más que merecido premio, demasiado a menudo ni reconocimiento, institucional o social, creamos todos los oficios y profesiones.
Estimado Ordine, nunca una dedicatoria fue más merecedora de un premio, nunca esa merecida ovación durará tanto tiempo.