En la reunión se trataron diversos temas muy vinculados a la actualidad no solo a nivel educativo, sino también social. La crisis en Ucrania fue el epicentro de la reunión.
Compañeros del ámbito educativo de los diferentes países contaron como se está sobrellevando la situación de los refugiados ucranianos, la ayuda que se les está prestando y cómo los centros educativos están acogiendo a estos niños y niñas. Además, expertos de diferentes ámbitos expusieron sus presentaciones sobre diversos aspectos de la educación en la Unión Europea que nos pueden ayudar a identificarnos y comparar situaciones para poder seguir progresando hacia una educación pública de calidad.
Transición digital en la educación
Tras el estudio realizado de las encuestas que se llevaron a cabo el curso pasado a miles de docentes de distintos países de la Unión Europea, la compañía Visual Analytics expuso los resultados alcanzados: hay una gran disparidad en materia de digitalización entre los países de la UE; aún no se ha alcanzado el potencial pleno de las nuevas tecnologías en las aulas (emails, Smart School, plataformas educativas, pizarras digitales, portátiles, banda ancha de calidad en los centros educativos, etc.); los docentes debemos seguir formándonos y mejorando en las competencias digitales para así crear un proceso de enseñanza-aprendizaje actualizado y acorde con la nueva situación post-pandemia. Por ello, para lograr todos estos objetivos comunes a los países miembros, es imperativo que los sindicatos sigamos mediando entre docentes, administraciones y empresas para que se dote de las herramientas y la formación que cada docente necesita para sacar el máximo partido a todos estos recursos de manera eficiente y coherente con las otras tareas que se realizan diariamente en nuestras aulas.
Por ello, las organizaciones y administraciones deben ser conscientes de la actual situación de los docentes y del hecho de que, en muchos casos, el alumnado conoce y maneja
mucho más la tecnología que el propio claustro. Por tanto, se debe advocar por una formación continua y consistente de los docentes.
Desde hace unos años, es indiscutible la importancia de las nuevas tecnologías en las aulas y a ello se le debe sumar el incremento en su uso y aplicación que la pandemia ha
provocado. Todo ello, ha dado como resultado que estemos ya viviendo un cambio de cultura en el aprendizaje. Por consiguiente, es decisivo que el profesorado se sienta apoyado y escuchado durante este cambio de metodología que ya está repercutiendo en nuevos enfoques educativos como por ejemplo, la Blended Education.
La enseñanza híbrida
El confinamiento y estos más de 2 años de pandemia han sacado a la luz la gran brecha digital que hay entre alumnado y docentes. Sin embargo, esta fisura no ha impedido que las nuevas tecnologías reclamen su lugar en nuestro día a día como docentes y es ya generalizado su uso en prácticamente todas las áreas del currículo. Así, y aunque quizás no la conocíamos como tal, todos los docentes estamos desde hace bastantes meses llevando a cabo lo que se conoce como “Blended Education” o enseñanza híbrida. Es un tipo de enseñanza donde ambos enfoques, enseñanza clásica presencial y enseñanza virtual se fusionan para maximizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La mayoría de los docentes hemos vuelto a las aulas, a nuestros enfoques “tradicionales” pero no hemos dejado atrás muchos recursos y aplicaciones que hemos tenido que aprender a incluir en nuestras clases durante el confinamiento y las numerosas cuarentenas que nos han tenido pendientes del alumnado en casa. Esto ha calado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ha traído muchas mejoras y nos ha permitido llevar la educación a “cualquier rincón”. Pero también, en muchos casos, ha mermado la autoestima de muchos docentes que no han recibido la formación que necesitaban para utilizar un sinfín de herramientas hasta ahora desconocidas para ellos, pero necesarias al mismo tiempo para que su alumnado no se quedara atrás.
El hecho de que estemos usando de manera generalizada este tipo de enseñanza, no quiere decir que olvidemos lo desamparados que se han sentido muchos profesionales ante esta situación, por ello debemos luchar porque se reconozca este esfuerzo y no se repita ante posibles circunstancias similares futuras. Ahora que la pandemia “da sus últimos coletazos”, estamos ante una crisis humanitaria que nos hace darnos cuenta de que no podemos dejar atrás lo conseguido hasta ahora. En esta coyuntura, desde ANPE debemos aportar ideas para sensibilizar e instar a los gobiernos a que aprendan de las lecciones del pasado y estén preparados para futuros contextos y así evitemos el desconcierto y desabrigo que nos supuso tener que pasar de la noche a la mañana de una educación presencial a una 100% online.
Aunque ha sido crucial durante la pandemia, la enseñanza híbrida también ha conllevado aspectos más negativos, el cambio en el paradigma educativo ha creado un nuevo escenario, en el que el alumnado es capaz de encontrar información por sí solo y desgraciadamente, en muchos casos, esto les ha llevado a pensar que ya no necesitan a los docentes para aprender. Por ello, desde la CESI se pone de manifiesto la necesidad de reconocer el papel de los docentes que, aunque ya en algunos casos no seamos “transmisores de información” sí seguimos siendo los responsables de que el alumnado sepa qué hacer con dicha información. Los docentes tenemos que lidiar con un nuevo enfoque educativo, en el que el alumnado investiga y conoce nueva información de manera autónoma a través de las nuevas tecnologías y los docentes debemos enseñarles las herramientas para que trabajen su pensamiento crítico y sepan cómo acceder a esa información, cómo seleccionarla, cómo discernir de si se trata de una información verdadera o falsa y para qué les va a servir conocerla. Así, bien implantada y con los recursos necesarios, la enseñanza híbrida puede ser la clave para explotar los puntos fuertes de cada una de ellas, tradicional y digital, en beneficio tanto del alumnado como de los docentes. Para ello, los docentes no pueden abarcar estos cambios solos, desde la CESI se reclama a las administraciones que nos ayuden a flexibilizar este cambio de paradigma y ofrezcan la formación y las herramientas para que la adaptación sea lo más eficiente y coherente posible.
La educación así como nuestra sociedad están cambiando a pasos agigantados y se nos deben aportar las herramientas necesarias para adaptarnos a estos cambios sin que supongo un “shock” en nuestra vida profesional (y a veces, en la personal).
La reunión culminó con una ronda de intervenciones de los diferentes representantes de los países miembros dando su punto de vista sobre cómo la recuperación post-covid y la crisis humanitaria están afectando al panorama educativo en la Unión Europea. Por ejemplo, se comentó que en Alemania se están ofreciendo clases extra para el alumnado que lo necesite y se ha creado una escolarización continua de los niños y niñas ucranianos que, llegado el caso, podrían permanecer en el sistema germánico de por vida si así lo quisieran. En los Países Bajos, el Ministerio de Educación ha aportado una cuantiosa cantidad de fondos económicos para destensionar el sistema educativo tras la pandemia. En Polonia, se confirma que los resultados de selectividad han sido mejores que en años anteriores, pero se teme que ha sido debido a la bajada en el nivel de exigencia de los exámenes. Teniendo en cuenta que Polonia es el país con mayor número de refugiados, se puede decir que no hay soluciones sistémicas aún a la crisis de refugiados que se está viviendo ya que las soluciones introducidas por parte del gobierno, son meramente temporales ya que sigue habiendo muchas dudas e incertidumbre. De hecho, los niños y niñas ucranianos no están acudiendo a clases normales, ya que la barrera del lenguaje y sus problemas psicológicos dificultan su integración en las clases corrientes. Esto ha llevado a que muchos profesores abandonen sus puestos de trabajo al verse sobrepasados ante esta situación.
ANPE recalca la necesidad de buscar soluciones a este problema que muy probablemente se extienda por todos los países de la Unión Europea en los próximos meses. Vemos imperiosa la necesidad de adelantarnos a esta situación y estar preparados para que, llegado el momento, en los centros educativos de España se pueda escolarizar, dar el apoyo e integrar a todos los niños y niñas ucranianos que se escolaricen en nuestras aulas.